Y también a colación de esto, me he
sorprendido a mí misma recordando un extracto de uno de mis libros favoritos.
Dice así:
“Demasiada gente se empeña en publicar
doscientas páginas sobre las apasionantes vivencias que experimenta mirándose
al espejo.”
O sea.
La definición de un blog. Del mío al
menos.
Qué chungo, ¿No?
En fin, que es lunes, queridos. Un día que
siempre se empeña en llegar por mucho que alarguemos el domingo. Manic Monday decían The Bangles. Y qué razón tenían.
Y como una terapia de choque se impone por
fuerza en estas circunstancias, me he esforzado en encontrar, hoy lunes 7 de
octubre, 7 razones que me impulsen a ver este día como algo más llevadero.
Allá van:
Que tras una semana/finde regulín, regulán
en el que los planes no han salido exactamente tal y como preveía - Y
permitidme que os diga que me molesta extraordinariamente que los planes salgan
mal (¿No había algo de esto en el Equipo A?)- resulta
que alguien ha demostrado una honra y valía propias sólo de auténticos caballeros,
el lunes finalmente ha llegado llevándose incertidumbres pasadas y dando paso a
una nueva etapa, la fuerza ha inundado sorpresivamente mi espíritu, y en fin,
salga el sol por Antequera. Y en Málaga aún es verano. Eso también.
La empresa en la que me hallo, tan alejada
de los cánones españoles, se empeña cada día en apostar por su plantilla. De
ahí que haya decidido invertir en formación para los que somos parte de este
programa, y tras las clases de alemán (que continuarán hasta la finalización del
contrato), el training intensivo en
el sector en el que nos movemos, y otro acerca de una regulación tan inminente
como desconocida en nuestro terreno, mañana es el día en el que nos
sumergiremos en el grueso de la formación aportada por esta compañía. Un training que durará todo un año. Muchas
horas y mucho trabajo por delante. Y como por fin dejo a un lado los numeritos
que tan poco me gustan, mucha ilusión por mi parte. Una especie de Master en Project Management que ni a soñar que me
hubiera puesto, me habrían regalado en la madre patria. Pinta más que bien.
Somos 3 las chicas de nuestra pequeña familia,
además de nuestra francesita preferida que tuvo a bien abordarnos un feliz día
en medio de la calle. Mucho hemos hablado de planes femeninos que al final no
se han llevado a término. Y más de 3 meses después de llegar, previa
investigación de mercado, y citación vía Outlook
mediante, al fin tendremos nuestro pequeño momento. El lugar, Le Local, un
coqueto bistró de esos que tanto gustan en Düs, de inspiración francesa, con
terracita interior (aunque con el fresco que hace…) y (esto es importante en
esta ciudad) vinos baratos. Puesto que además, se encuentra a 5 minutos de la
oficina, ha quedado establecido tomarnos un algo el miércoles de after work.
Y Outlook
no admite deserciones.
Este lunes huele bien. Mejor que bien. ¿Por qué? Porque el miércoles pasado me inundó una inmensa alegría al
acercarme por fin a la única perfumería en Düs dónde se vende Jo Malone. Tras la trágica eliminación de
Miss Dior Chérie (Y de Galliano, pero
esa es otra historia) con la depresión que conllevó, me vi obligada a cambiar
de perfume. Algo que me molesta casi tanto como que los planes salgan mal.
Menos que el masticar de alguien a mi lado, pero mucho en cualquier caso.
Total que escuchando los consejos maternos,
que desde que era pequeña vienen acompañados normalmente y cuando la
inspiración embarga a quien los da, de una imaginativa y romántica historia que
hace que yo entre al trapo con mucha mayor facilidad (Sí mamá, te tengo calada),
decidí probar este nuevo concepto de lujo exclusivo que se basa, también, en
historias suculentas para una mente ávida de literatura como la mía, y en la
escasez de puntos de venta. ¿El resultado? Amor verdadero, que espero
que el destino no se afane en arrebatarme una vez más. Fiel por siempre jamás.
Y asidua a Parfuemerie Schnitzler para los restos. En Königsallee. Por supuesto.
Hoy empieza la cuenta atrás para el fin de
semana que viene. Así es. 5 son los días. Una cuenta atrás larga ciertamente, pero cuyo fin es
un viernes feliz, acompañado de mi primera incursión en El Pescador, donde,
Dios mediante, conseguiré entender algo y que me vendan un pescado en
condiciones. Unas horas más tarde, éste esperará en el horno y yo en el
aeropuerto a que un madrileño hartito de viajar se presente una vez más en
estos lares. Lo que deparará el sábado sólo el destino lo sabe. Pero el domingo
a las 13h tenemos una cita en Tonhalle- el auditorio de Düsseldorf- para el
Jazz-Brunch. Tenía muchísimas ganas de ir a este lugar mágico, donde los
músicos tocan bajo una maravillosa cúpula de cristal. Y resulta que
investigando, descubro que los domingos, con entrada libre y a unos 15 euros
por persona por el brunch, recibes
cultura y gordura por partes iguales. Ineludible.
Los lunes me entran las prisas por hacer
nuevos planes. Seguramente porque ya han pasado los del fin de semana y mi
corazón requiere nuevas ilusiones con las que alimentarse. Encontrar vuelos
baratos desde Düs a destinos de ensueño como Viena, o descubrir que en Capitol Theatre, en enero, tendremos el ballet de El Lago de los Cisnes, resultan
alicientes más que adecuados para sonreír a eso de las 9 de la mañana. Hacer
estos planes realidad no es más que cuestión de tiempo.
Razón 7.
A menos que medien caso fortuito o fuerza
mayor (Broma de jurista. Ja. Ja. Ja.) , sabéis amigos, que los lunes tenemos
una cita en este blog. Uno que se basa, quizá, en las apasionantes vivencias
que experimento mirándome al espejo. Pero también en el descubrimiento
constante, sin prisa pero sin pausa, de una ciudad, de un país y una cultura
tan ajenos a los míos. A veces a los nuestros.
Y después de todo, queridos lectores, si
efectivamente sois tales, será que este pequeño, singular y subjetivo espacio,
tiene su sentido.
Nos leemos pronto, seáis quienes seáis.
Feliz lunes.
Feliz Lunes larita!! La verdad que hoy para mi ha sido un lunes especial...de esos que no sabes que van a llegar hasta que llegan.
ResponderEliminarOjeras en la cara porque ayer no podía hablar, ni domir ni nada de nada de la emoción.¿La emoción de que? De estar oficialmente a un mero trámite de ser ingeniera :)
Sigue escribiendonos, que nos encanta leerte!
Muchisisisisismas felicidades Lucía! Tenía que llegar y llegó. Tantas angustias de por medio. Tantos años y tantos febreros engachadas a Youtube y a la cafetera de turno, estuviera ésta en un colegio mayor, en un piso cochambroso en Tutor o en un bar a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarToda la vida por delante, y sabes lo que toca ahora?
Volar.
:)